lunes

cuando sonreía


cartas de mi padre


en esta letra ligera y trémula
mi padre es ahora un hombre errante.

fue su mano, la misma que temblaba
entre mis manos como un pájaro herido,
la que escribió este incierto amor
esta dulce deriva,
este dolor que presintió, quizás,
su ausencia prematura.

la palidez de estos papeles
semeja la sombra de su cuerpo,
el resplandor de la arboleda
sofocando el aullido de su corazón.

detrás de estas palabras
apenas legibles, apenas humanas,
las huellas invisibles de mi padre
[su desesperanza, su obstinado fervor]
incitan la certeza de su tumba.